HASTA EL 40 DE MAYO NO TE QUITES EL SAYO

4. Mayo 2010 por EXOTICA Y MISTERIOSA.

El refranero popular español dice que hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo, pues bien, año tras año, haciendo caso omiso, vuelvo a cometer el mismo error.

La semana pasada llegó el calor; el lunes, en mi armario sólo tenía ropa de invierno y todas las tardes estuve ocupada haciendo un cursito absurdo. El lunes me achicharré de calor con mi rebequita de lana, así que el martes opté por los socorridos vaqueros y alguna camisa de manga larga, indumentaria con la que he sobrevivido hasta el viernes. El sábado aproveché para guardar toda mi ropa de invierno, incluidas las faldas que no me he puesto en todo el invierno porque hacía demasiado frío y esperaba ponerme antes de que llegase el calor; pues bien, como el calor había llegado de golpe, las falditas ya resultaban demasiado calurosas. También aproveché para poner una lavadora detrás de otra, lavando mis abrigos y mis jerseis de lana (con el calor que hacía todo se secaba en un par de horas). Cuando llegó el domingo por la noche, por fin la primavera había llegado a mi armario, pero ¡oh sorpresa!, el lunes ¡cómo no! ¡siempre en lunes! volvió el frío y como yo había guardado todos mis pantalones de invierno y las falditas, vuelvo a colocarme los socorridos vaqueros. Total, que esta semana sigo en vaqueros, como todas las primaveras, pasando frío, porque ya he guardado los jerseis de lana y me da no se qué volver a ponerme los abrigos que ya están lavados.

¿Saco las falditas o espero al fin de semana a ver si vuelve el calor? Aunque claro, con el aire que hace, ¡cómo para ponerse una faldita de entretiempo!.

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Las ceremonias.

4. Mayo 2010 por malvantesa.

Estamos en tiempo de ceremonias, bodas, bautizos, comuniones, y demás. Debe ser que el tiempo invita a ello, aunque, en realidad, es una tontería, porque tienes mucho más peligro de que te toque un mal día en mayo que en septiembre u octubre. El tiempo en esta época es imprevisible.

Que levante la mano quien no se haya agobiado con el “quemepongo” para la ceremonia de turno. Estos días estoy agobiada porque tengo un bautizo el finde y no tengo ni idea de qué ponerme, es más, lo que me tengo que poner ( ya está elegido) no me gusta nada. Odio la idea de tener que engalanarme, cuando me invitan a una boda, bautizo, comunión me da una pereza tremenda sólo pensar que tengo que ir a buscar el disfraz. No disfruto nada vistiéndome de princesa, tampoco lo disfrute con el vestido del “díamasimportantedemivida”, el de la Comunión si me hizo ilusión, pero es que cuando uno es pequeño, además de ser muy hortera se carece de sentido de la realidad.
A mí me gustaría ir de normal, ponerme un vestido babydoll, unas bailarinas y una chaqueta larga con botas de campo y tan contenta. Pero no, me tengo que engalanar, sólo de pensarlo me pongo mala y no disfruto nada de nada, lo hago todo con una pereza. Tanta que voy a llevar unos zapatos que no pegan nada con el vestido y un bolso que me da repelús, pero me da igual, de perdidos al río. Normalmente, en el día a día, llevo cosas muy monas, casi siempre alguien me comenta que cómo le gusta el vestido, los zapatos, el bolso, la gabardina… pero no tengo ni idea de cómo ir de bautizo, boda o comunión.
La verdad es que es complicadísimo ir bien a esos sitios. Casi nadie va bien, yo veo cada cosa. Gente que va a una boda por la mañana con vestidos largos, otras de noche con pamela, otras con mucho lamé, otras con plumas, con brillos, espaldas al aire, y hay cada madrina por ahí, que parece que van a asustar a los invitados. Cuando soy yo la que veo a los demás me parto de risa, unas veces, porque otras, dan ganas de cerrar los ojos para que no me destellen. ¿Por qué hay gente que está deseando tener una boda para disfrazarse de princesa, vampiresa, bailarina de caja de música, vestales griegas…? ¿Por qué no lo hacen en Carnaval? ¿ Por qué se piensan que van fenomenal, guapísimas si van hechas unos auténticos adefesios?, y de ellos no te cuento, porque hay algunos que parecen auténticos ganster, sacados de Los intocables de Elliot Ness.
Lo dicho: que es dificilísimo ir bien de ceremonia, que lo sé, que soy consciente de mis limitaciones ( vamos que no tengo ni idea) y que ni me apetece ni me emociona pero que tengo que salir del paso lo mejor que pueda. Sólo pensar en la cola que habrá en la pelu el viernes….

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