15. Noviembre 2010 por Jon Nieve.
En esta segunda parte, voy a empezar hablando de lo impresionante que nos pareció la cúpula del Parlamento. Después de una hora de cola, en plena noche de otoño berlinés, logramos acceder a la cúpula de Foster,la verdad es que mereció la pena la espera; dentro de un edifico enorme y monumental que tuvieron que reconstruir entero, después de la II Guerra Mundial, se encuentra esta maravillosa cúpula de cristal por donde vas subiendo en círculo y dejas la ciudad a tus pies, y lo mejor es que también dejas a los políticos a tus pies, porque según vas subiendo puedes ver el hemiciclo parlamentario de Alemania. Nosotros subimos por la noche, pero por el día tiene que ser la bomba ver a Angela Merkel y sus amigotes debatir sobre el futuro del país. Visita súper recomendada, aunque siempre hay largas colas, ya os digo que nosotros fuimos un lunes por la noche y esperamos una hora, la entrada es gratuita y con audio guía.
Muy cerca del Parlamento, se encuentra el Monumento al Holocausto, es una enorme explanada llena de bloques de hormigón en diferentes niveles, que recuerda a los Judíos víctimas del Holocausto. Es interesante entrar dentro de los estrechos pasillos que hay entre los bloques de hormigón, a cada uno el monumento le produce una sensación distinta, agobio, tristeza, claustrofobia, soledad, frío. Debajo del monumento, bajo tierra, está el museo, donde encontramos más documentación personalizada de la gente que sufrió aquella barbarie. También es gratuito.
Estuvimos en el Pergamon Museum, que dicen es uno de los Museos Arqueológicos más impresionantes del mundo. Nos gustó bastante tanto por el contenido, como por el edificio, que tiene el techo traslúcido, lo que le da una buena luminosidad interior.
Hemos hecho dos visitas fuera de Berlín, las dos en transporte público, combinando tren y autobús, por 6€ sacas un billete para todo el día, que abarca Berlín y el extrarradio, válido para metro, tren, autobús y tranvía.
Una ha sido a la ciudad de Potsdam, lo pasamos genial recorriendo todos los palacios y casas de campo, todo rodeado de bosques y jardines. Una chulada la casita china. La ciudad es muy bonita, tiene una enorme calle peatonal llena de comercios.
La otra fue al campo de concentración de Sachsenhausen, esta no fue tan divertida, la visita al campo de concentración es muy interesante, pero más de una vez se te ponen los pelos de punta comprobando los horrores que se cometieron allí. La entrada es gratuita.
No podía terminar sin recordar, los buenos momentos que hemos pasado en las cervecerías de Berlín, degustando algunas de la gran variedad de deliciosas salchichas que preparan, también hemos probado el famoso codillo al estilo berlinés “exquisito”, la bola de carne y como no, algunas de sus extraordinarias cervezas, la última fue en un sitio muy chulo llamado Berliner Republik “Schiffbauerdamm, 8”, este es el baño tan original que tiene.
En este enlace podréis encontrar más fotos de nuestra escapada a Berlín.
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